Entre los pasillos de Zona Maco, así como del resto de las galerías y exposiciones enmarcadas en la Semana del Arte, a veces es difícil dimensionar las piezas y a los artistas en su individualidad. Entre tantas piezas, galerías y épocas, el arte se convierte en una especie de marea, un fenómeno meteorológico al que nos aproximamos como si todo fuera homogéneo y así pudiéramos entender algo. Para que estos espacios cobren sentido, a veces es necesario hacer un acercamiento, un zoom.
Una de las figuras que encontramos en este océano es a Yvonne Venegas, primero durante una de las conferencias de Zona Maco Foto: “Auditoría – No confidencial – De lo fotográfico. Exploraciones diagnósticas sobre la fotografía contemporánea”. Ahí, junto a Aldeide Delgado, María Santoyo y Luis Graham, como moderador. ¿Cuáles son las pulsiones de los fotógrafos hoy en día? Porque si bien el mercado cambia y exige ciertas estéticas o temáticas, el trabajo del fotógrafo no puede ser dictado (o no completamente) por éste. “El trabajo que se vende no siempre es bueno” sentencia Yvonne Vargas, con un poco de pudor y humor, quizá un poco por el espacio en el que lo comparte.
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Yvonne Venegas es una fotógrafa con reconocimiento internacional no sólo por su ojo y práctica profesional, sino también por sus aportaciones críticas al mundo del arte como docente y escritora. Durante esta Semana del Arte pudimos disfrutar de su trabajo en ACME, en colaboración con Banda Municipal. Sus dibujos, compuestos por un entramado de detalles, fueron un destino y viaje. Además, en el Museo del Palacio de Bellas Artes, las fotografías de Yvonne formaron parte de “Mexichrome. Fotografía y color en México” junto a las de otros fotógrafos como Diego Moreno.
“Al estar reunidas por primera vez, estas imágenes no solo reconfiguran y desafían un canon fotográfico establecido, sino que también destacan temas compartidos a lo largo de las décadas. Asimismo, revelan discrepancias y contrastes entre la fotografía considerada “artística” y el fotoperiodismo, al mismo tiempo que sitúan en contexto el trabajo de artistas contemporáneos, pocos de los cuales se autodenominan “fotógrafos”.” – Museo del Palacio de Bellas Artes
La discusión alrededor de la fotografía contemporánea se ha inclinado hacia la urgencia de regular, analizar y usar críticamente la IA. Respecto a este tema, Yvonne nos comenta: “Realmente (la Inteligencia Artificial) es un bebé, pero lo que a mí me emociona es saber lo que alguien en su estudio trabaja y piensa hacer con ella”. Además, añade: “Me parece interesante el trabajo con la palabra, porque al final es como tratar de hablar con una computadora y que te entienda. Creo que la IA es una herramienta más pero a mí no me interesa trabajar con ella”.
Y es que trabajar con la palabra es algo que Yvonne realiza con pasión y soltura. Respecto a los textos que acompañan sus obras o dentro de sus publicaciones, nos comenta: “Hay dos momentos en los que me siento a escribir: antes de iniciar (un proyecto) y al finalizar”. La escritura de Yvonne acompaña no sólo a su propio trabajo como fotógrafa, sino que es parte importante de su labor de archivo, algo con lo que sigue trabajando gracias al legado de su estudio familiar. Actualmente, Yvonne sigue trabajando con el archivo, además de poseer un interés por el cuerpo y su forma.
