Gonzalo Tassier de la Maza es de esos mexicanos que han dejado huella y que, por lo menos, todo aquél que sea mexicano debería identificar plenamente, ya que a través de su pasión hacia el arte que emana del diseño gráfico nos heredó grandes creaciones.
¿Nace o se hace? Él nació con talento en la Ciudad de México en 1941 y lo desarrolló desde entonces, aunque entró en la Escuela de Arquitectura de la UNAM, luego pasó a estudiar filosofía por un par de años y después se unió a una comunidad religiosa; tenía claro que el arte de dibujar -porque años anteriores así era, no existía como tal el diseño- era lo que más le apasionaba y de esto vivió toda su vida, lo aprendió de manera autodidacta.
Ejerció, así es, ejerció porque falleció el 23 de enero de este año y hasta el último momento de su vida lo hizo dentro de este ramo, creando y colaborando en grandes compañías publicitarias, centros de diseño y universidades. Tan bueno y reconocido era su ingenio y creatividad que hizo emblemáticas obras, tales como el logotipo de Correos de México, el de Pemex y la mascota del Tri en 1994, por mencionar algunos.
Tassier fue una de las figuras más respetadas en el país que mediante su empresa “Retorno Tassier”, dedicada al diseño gráfico, industria editorial y publicidad, compartió su talento con instituciones gubernamentales, asociaciones civiles, jóvenes y para algunas organizaciones como servicio social.
Fue un aclamado director de arte y creativo de grandes agencias de publicidad con enormes cuentas, aunque para él nunca hubo diferencias entre sus clientes, estamos hablando de Grupo Santander, Volkswagen de México, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, Chrysler, American Airlines, Gerber, Campbell’s, Fundación Tarahumara o las mismísimas tareas para sus nietos.
Además, estableció “La Gunilla Editores” (que deriva del nombre “Lagunilla” que tiene un mercado famoso para coleccionistas) una editorial que publica libros relacionados al diseño y coleccionismo en la que se asoció con Bruno Newman, su amigo entrañable, coleccionista, filántropo y comunicador.
En noviembre de 2022, Tassier recibió el Premio Diseña México a la Trayectoria Profesional, otorgado en colaboración con la oficina de la UNESCO en reconocimiento por abrir brecha en su campo.
En una entrevista para un periódico nacional, Tassier señalaba que una de las cosas que más disfrutaba de su labor era “desdibujar”, es decir, extraer la esencia de las cosas.
Siempre hizo uso de técnicas muy originales que compartió principalmente con los jóvenes, ya que fue profesor de diseño en la Universidad Iberoamericana, por lo que procuró en todo momento transmitirles sus conocimientos, algo que en varias ocasiones fue ratificado por sus mismos alumnos, amigos y hasta familiares de Tassier, por lo que fue más bien un maestro de vida para muchos.
Los mismos estudiantes de Tassier reconocieron su calidad profesional cuando en 2008 lo nominaron al premio Sir Misha Black Medal en Londres, convirtiéndolo en el primer latinoamericano en ganar tal distinción en 30 años.
A la muerte del artista, Correos de México lo homenajeó a través de un tuit donde afirmó que “Gonzalo Tassier fue un ícono en el diseño mexicano que le dio vida al logotipo de Correos de México que hoy en día sigue en algunas Administraciones Postales del país. Descansa en paz”.
Es importante identificar el trabajo que hizo para ese organismo. Cuando el Servicio Postal Mexicano cambia a ser Correos de México en 2008, el maestro sustituye por completo su imagen que era de color azul y un águila de perfil, por una paloma con un sobre en el pico, en el que utiliza dos colores bastante llamaticos: rosa mexicano y verde limón.
Once años más tarde fue rediseñado ese logotipo por Carl Forssell Méndez, quien mantuvo la esencia de Tassier, los mismos colores, la idea de una paloma, un sobre, sin embargo, la forma es distinta y adaptada a la modernidad. Actualmente este diseño sigue vigente.
En el caso de Petróleos Mexicanos ha tenido tres logos, el primero de ellos era un charro en color verde que surgió luego de la nacionalización del combustible en 1938; el segundo que fue realizado por Tassier e incluía los colores de la bandera: verde, blanco y rojo, con los que diseñó un caracol y junto a él colocó Pemex, el acrónimo de la empresa.
Hizo un caracol explicó porque “es un resto fósil y los combustibles son restos fósiles, son de la cultura prehispánica. Además es una gota de petróleo partida por la mitad e invertida”, este diseño únicamente duró seis años.
El logo actual de Pemex fue autorizado en 1988, se trata de una gota de petróleo que representa a la industria, el perfil de un águila real como elemento nacional con efecto de velocidad y la abreviatura de la empresa justo debajo del logotipo en mayúsculas, con una tipografía que le da continuidad a la identidad precolombina basada en grecas prehispánicas
¿Recuerdas a Aguigol? era un águila vestida con el uniforme del Tri, fue una caricatura inspirada en el águila mexicana diseñada por Tassier, su popularidad llegó a tal grado que se utilizó para el mundial de futbol Francia 1998, incluso Sepomex sacó una postal en su honor, ya que robó los corazones de los aficionados.
Desde junio de 2012, Kin, un mago maya, es la mascota que se encarga de acompañar a la Selección, tiene una máscara tricolor y plumas que evocan a las culturas prehispánicas.
La cultura visual nacional fue tan original que los trazos en cada uno de sus diseños eran tan distintivos, metódicos y perfeccionistas que trascendieron por generaciones, básicamente por ser amables, alegres, positivos y muy mexicanos.
Generalmente su estilo estuvo marcado por esa tendencia hacia la caricatura, abriendo nuevos caminos a quienes se dedicaban a esta rama, además fue un hombre que volcaba su vida a su profesión, que a su vez le generaba emoción y lo llenaba de amor, y es que en cada línea era una narración propia.
Por Lu García Girón
