Dahlia de la Cerda ha logrado construir un espacio en el que conocemos, compartimos y nos transformamos junto a diversos personajes femeninos. Con un abanico de tropos, donde la mujer es más que sólo madre, sólo santa, Dahlia escribe sobre los distintos escenarios donde una mujer se crea y se destruye en un país como México.
Filósofa y activista en Morras Help Morras, Dahlia de la Cerda es una escritora que se nutre de muchas fuentes teóricas y prácticas. En entrevista para Codicegrafía nos comparte un poco de su experiencia como escritora.
¿Qué tipo de lecturas han cobijado tu literatura?
Creo que hubo mucha influencia del feminismo, sobre todo del feminismo negro, del feminismo decolonial, todo lo que son los aportes de las feministas de color, las feministas chicanas. Y hablando directamente de literatura, todo el trabajo que están haciendo las escritoras contemporáneas que escriben en español, las latinoamericanas que están escribiendo sobre su contexto pero también las que escriben en España, que escriben lo que significa ser mujer en este tiempo.
Como escritora, ¿cuál es tu compromiso con las mujeres de la periferia?
Mi compromiso con las mujeres de la periferia es usar mi literatura como arma política para visibilizar situaciones que atravesamos o que atraviesan y que son invisibles. Yo no pretendo darles voz porque las mujeres de la periferia tienen voz propia, ellas pueden contar historias. Pero si tienes una plataforma como la que de pronto yo tengo, es importante elegir bien qué temas vas a representar, hay temas que están sobrerrepresentados y yo lo único que hago es utilizar mi plataforma para visibilizar problemas que me parecen importantes, que atraviesan las mujeres de la periferia y que no han sido abordados por el feminismo hegemónico. Hubo algún momento en el que me atravesaron, como el clasismo.
Además de visibilizar las situaciones, mi compromiso es que mi escritura no sea inaccesible para las mujeres de la periferia. O sea, que ellas puedan leerlo y entenderlo sin tener que tener privilegios epistémicos o haber tenido curvas de aprendizaje muy especializadas.
Desde tu punto de vista como literata, ¿qué es lo que hace falta en la comunidad de escritores?
Uy no, un montón de cosas. Hay muchas ideas que ya están muy desfasadas, los tiempos cambian, ¿sabes? Y como los tiempos cambian, la literatura y el arte tienen que adaptarse. Se creía mucho que, por ejemplo, con tener talento era suficiente. Que si tú escribes bien eso es suficiente para que la gente te quiera leer y conocer tu trabajo literario, pero creo que en estos tiempos donde los lectores son cada vez más críticos, ya no les encanta tanto la idea de separar al autor de la obra y que si la persona que escribió esa obra es impresentable, van a leer de una forma muy crítica o van a decidir no leerlo.
Puedes ser la persona que mejor escribe en el mundo, un verdadero genio, pero si eres una mala persona o tienes opiniones políticas impresentables, va a haber mucha gente que no te va a querer leer y está bien, porque así es como evolucionamos (…), cuestionamos la autoridad y cosas que nunca debieron pasar como el nazismo/sadismo. Que se den cuenta de que el talento nunca ha sido suficiente.
En estos momentos, ¿qué estimula intelectualmente tu obra?
Las lectoras. Tengo muchas motivaciones, desde luego la escritura es mi trabajo y busco que me reditúe en lo más posible, pero no sólo es dinero, podría conseguirlo en otros lados, ahorrando muchas cosas que me pasan en la literatura, como toda la atención que de pronto está sobre mí que me genera mucha ansiedad. De pronto sí hay momentos en que me causa mucha ansiedad estar en el ojo público, pero lo que me motiva son las lectoras. La presencia lectora que comparten conmigo después de leer mis textos y ver cómo me cuentan que lloraron, que rieron, esa reflexión sobre muchos temas que no había reflexionado, esa presencia es lo que más me impulsa, me motiva.
¿En qué proyecto estás trabajando?
A principios de abril, voy a estar en Morelia, Querétaro, Puebla, Ciudad de México y Oaxaca. A finales de marzo sale mi nuevo libro “Desde los zulos”, es un poco de ensayo, texto autobiográfico. En este momento estoy trabajando en varios proyectos al mismo tiempo, en un diario de escritora, en el que hablo cómo ha sido todo esto del éxito, cómo es la escena literaria, críticas a la escena literaria, un poco de mi vida cotidiana y estoy trabajando en un libro de relatos. Además, estoy estructurando una novela, todavía no la empiezo a escribir pero la estoy estructurando en mi cabeza.
Por Shantal Abrego
