Hoy en día, viajar en avión es una actividad común que puede ser realizada por una gran cantidad de personas, esto gracias a que el desarrollo de tecnología e infraestructura ha permitido abaratar los costos de los traslados.
En México cada vez contamos con más aeropuertos y muchos de ellos han tenido un desarrollo extraordinario en los últimos años; ejemplo de ello es el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro (AIQ) que, con su creciente oferta de vuelos por distintas aerolíneas, se ha convertido en una opción viable tanto para queretanos, como para todo aquel que busca viajar desde el Bajío.
Sin embargo, para llegar a este punto el camino ha sido largo, pues los vuelos comerciales no siempre fueron tan accesibles y por mucho tiempo viajar en avión fue una actividad reservada solo para quien tenía las posibilidades económicas. ¿Pero cómo ha sido el proceso que ha permitido a la aviación comercial convertirse en lo que es hoy? A continuación, revisamos algunos de los aspectos más relevantes.
Desarrollo tecnológico, clave para abaratar los costos
Los primeros aviones utilizados para vuelos comerciales eran de dimensiones reducidas, lo que obligaba a las compañías a trasladar a un pequeño número de pasajeros y, por ende, hacía que los vuelos fueran costosos.
Sin embargo, las propias necesidades del mercado obligaron a la industria a mejorar las capacidades de los aviones, sobre todo en la mejora de la velocidad, el radio de operación y el tamaño.
Este cambio inició con la construcción de un nuevo tipo de avión, el Boeing 247, que pasó de transportar a 10 pasajeros en 1933, a 529 en 1970 con su último modelo, el 747; en el año 2005 inició operaciones un fuerte competidor, el Airbus A380, que puede transportar hasta 544 pasajeros, rompiendo así el récord impuesto por Boeing.
Es de resaltar que en el Parque Aeroespacial de Querétaro se fabrican piezas para estos dos colosos de la aviación.
Un mundo entrelazado gracias a la aviación
Actualmente, más de 4 mil millones 500 mil pasajeros pueden viajar libremente por el mundo, esto gracias a los acuerdos comerciales que existen entre los países, los cuales están sustentados por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) que agrupa a 290 aerolíneas a nivel mundial y que fue constituida en 1945.
Este tipo de acuerdos fue un hito, pues al haber más opciones de viaje también hubo más personas interesadas en volar, y bajo los preceptos de la oferta y la demanda, los costos de viaje fueron disminuyendo de manera paulatina.
En México, la paraestatal Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) fue creada en 1965 con el objetivo de modernizar y ampliar la infraestructura aeroportuaria del país, y con esto impulsar el desarrollo de la aviación comercial mexicana, así como las rutas turísticas.
Posteriormente, en la década de los noventas, hubo un cambio fundamental para el Sistema Mexicano Aeroportuario, al permitir que el capital privado participara en la operación de aeropuertos, con lo que se crearon cuatro grupos regionales: ASUR, OMA, GAP y AICM.
Esta decisión potenció entonces el crecimiento y creación de distintos aeropuertos, como en el caso del AIQ, que inició operaciones en el 2004, y en 2019 se consolidó como uno de los aeropuertos más importantes del país.
Estas condiciones han permitido contar con una oferta variada de vuelos y una reducción significativa de los precios.
Vuelos comerciales a la mano de todos
Los viajes destinados a una élite económica cambiaron con la primera compañía que ofreció vuelos a bajo costo: la estadounidense Pacific Southwest Airlines, cuyo modelo de negocio se extendió en diversas partes del mundo en la década de los noventas.
La estrategia para poder ofrecer un precio más ajustado fue eliminar muchos de los servicios que se ofrecían en los vuelos tradicionales, y lo que inició en Estados Unidos pronto se exportó a Europa y el resto de América.
Esta competencia pronto obligó a otras compañías a ajustar sus precios, haciendo que volar ya no fuera una actividad ‘de ricos’ y sí una actividad más asequible para un cada vez mayor número de personas.
Así lo demuestra la importante expansión de aerolíneas que se ha presentado en nuestro país, donde hay una significativa competencia por el mercado aéreo: Aeroméxico, Volaris, TAR o Viva Aerobús son de las principales empresas que operan en nuestro país y que ofrecen vuelos a precios accesibles.
Estas empresas, así como American Airlines y United Airlines, operan actualmente en el AIQ, con vuelos a los principales destinos del país, como la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Cancún y muchos otros, así como vuelos hacia Estados Unidos, con destino a las ciudades de Chicago, Detroit, Dallas y Houston.
El viaje de la aviación comercial ha sido largo, pero ha sido un trayecto que ha rendido frutos, así que, ante la posibilidad de viajar, no está de más poner como prioridad hacerlo en avión: el costo, la rapidez y la confiabilidad hacen a este tipo de medio el transporte por excelencia.