¿Qué significa para nosotros el territorio? Como podría asegurarse de muchos conceptos y nociones, el concepto territorio es una construcción de cada tiempo y cultura (quizá dudar de si algo entra o no en “construcción social” sea más arduo que una simple aseveración).
¿Por qué hoy en día los jóvenes tienen menos acceso a la vivienda que las generaciones pasadas? Desde la burbuja inmobiliaria, la gentrificación de las ciudades de América Latina y los autoproclamados nómadas digitales; hasta el exterminio en masa de especies y la sequía en crecimiento exponencial, estas problemáticas están relacionadas íntimamente a lo que concebimos como territorio.
Para los nacidos bajo una cultura occidental hegemónica, el territorio es un espacio medible en metros o millas cuadradas, en ganancias, plusvalía y, sobre todo, en escrituras. Pensamos en la tierra como un espacio para poseer, como un objeto mercantil incuestionable.
Sin embargo, en una época en la que el porcentaje de viviendas particulares disminuye, mientras que el de propiedades prestadas y rentadas aumenta (ENVI 2020), con una disminución del 62% en la adquisición de viviendas, nacen muchas dudas.
Constitucionalmente, los mexicanos tenemos derecho a “disfrutar de vivienda digna y decorosa”, además, se estipula que “la ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”. Sin embargo, nacionalmente hemos tenido distintos momentos en los que este derecho no ha sido defendido.
En 2022, Pablo Lemus, el presidente municipal de Guadalajara, declaró en una manifestación en contra de la especulación inmobiliaria de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) que deberían trabajar más para tener la solvencia económica para tener acceso a la vivienda. Sin embargo, según el Observatorio de ciudades, existen alrededor de 230,000 viviendas deshabitadas en el AMG.
En Ciudad de México, el acuerdo gubernamental con Airbnb y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura, y la Ciencia (Unesco) para promover y reactivar el turismo, levantó críticas por parte de activistas y ciudadanos.
En marzo de este año se empezó a hablar de una regulación de la plataforma Airbnb en la capital, realizando un estudio basándose en las problemáticas que la marca ha suscitado en otras ciudades como Barcelona, Nueva York o Ámsterdam. Pero esta regulación está pausada y podría nunca darse.
“Bueno, si es que se hace regulación o no, lo que va a quedar es todo el estudio para presentarlo a la ciudadanía para que se conozca y de ahí ver cuáles son las posibilidades de regulación”, dijo la jefa de Gobierno.
Además, en una entrevista con El País, la coordinadora Diana Alarcón González ha afirmado que las rentas en la capital no han aumentado por la llegada de los nómadas digitales y que las denuncias de familias desplazadas son casos más bien “anecdóticos”.
Sin embargo, regular una aplicación podría solucionar una de las consecuencias pero no el verdadero problema.
Ser la tierra que se habita
Entre los rarámuris, el concepto de tierra es una manera de entenderse también a uno mismo, pues hay comunidades rarámuris que “consideran la tierra como un cuerpo”, mientras que en el mundo otomí “el universo es una réplica a gran escala del cuerpo humano” (Galinier, 1990).
“Para los rarámuri, el territorio no es un espacio aparte, no podemos decir “nosotros y el territorio”, ni podemos decir “nuestro territorio”, no sentimos nuestro el espacio en el que vivimos, no lo poseemos. Para nosotros, el territorio no tiene fronteras, no tiene límites, no podemos decir “de aquí hasta allá es mío”, “este bosque es mío” o “esta agua es mía”; mucho menos se puede cambiar o vender.” Norma Alicia Palma Aguirre
Mucho se habla del respeto que las comunidades indígenas tienen por la naturaleza, pero su defensa pone en debate el por qué sus derechos no son respetados. ¿Cuál es la lógica detrás de la injusticia?
Expulsar a los pueblos indígenas del territorio que habitan es más que un acto de intimidación y despojo: es el resultado de un sistema saludable que funciona en pro de los intereses de pocos.
Las granjas de arroz orgánico en Brasil
La Constitución de la República Federativa del Brasil establece que la expropiación de tierras por el Estado cuando no cumplen una función social está permitida. Es decir, que los pisos vacíos o los terrenos vacíos podrían ser utilizados en beneficio del interés social y no de la especulación.
El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra es un gran grupo de campesinos que lucha por la reforma agraria y el cumplimiento de los estatutos anteriores. Se reúnen para tomar terrenos inutilizados y los convierten en huertos y espacios comunitarios. En los últimos meses se han hecho más de 30 ocupaciones legales.
Es así como el movimiento se ha convertido en un gran productor de arroz, frijoles, leche y demás. Si bien, la toma de territorio no hace rico a nadie, logra sacar de la miseria a algunos campesinos.
Quemar las naves
La historia de la esclavitud se remonta a las primeras civilizaciones de las que tenemos información, como la mesopotámica o egipcia. Si bien el tener esclavos se consideraba un derecho en diferentes partes del mundo, en el siglo XVIII se comenzó la abolición de esta horrible práctica.
El derecho a ser un hombre libre era sólo para el que había nacido en circunstancias fortuitas y, para otros pocos, un mérito por el que trabajaron arduamente toda su vida. Hoy en día, generaciones después, el derecho a una vivienda digna todavía es más extraño entre los descendientes de esclavos que entre los de esclavistas.
La propiedad privada no era un derecho para todos y eso sólo ha acentuado una desigualdad hasta el día de hoy, en diferentes países.
El no futuro de los billonarios
En una junta en septiembre del año pasado con el filósofo Douglas Rushkoff, convocada por algunos de los hombres más ricos del planeta, admitieron preparar búnkers en caso de que ocurra algún evento que destruya nuestra civilización. Habían llamado al teórico, también conocido como “futurólogo” para evaluar sus rutas de escape. Entonces, uno de ellos le preguntó al Rushkoff: ¿Cómo puedo mantener la autoridad sobre mis guardaespaldas después del evento (apocalíptico)?, además de preguntas como: ¿cómo evitar que se revelen en mi contra?, ¿qué tal usar collares de disciplina o mantener control sobre la comida? Lo que más le sorprendió al filósofo es que pensaran en estas medidas antes que en simplemente tratar a sus subordinados de una buena manera, para mantenerse unidos.
“Más que nada, se han rendido a la mentalidad en la que “ganar” significa ganar suficiente dinero para aislarse del daño que están creando al ganar dinero de esa forma.”
Después de este encuentro, el filósofo cuenta que fue contactado por JC Cole, un “experto en manejo de riesgos”. Le explicó que el evento postapocalíptico (medioambiental, bélico o accidental) era inevitable y que ya existen algunas medidas previsorias para asegurar la supervivencia de los millonarios; algo que podría describirse como granjas secretas armadas hasta los dientes.
La fragilidad de una granja autosustentable en un clima desconocido, que podría ser radioactivo o con riesgo alto de sequías, es altísima. Aun así, estas medidas para asegurar la supervivencia de la clase más alta son mucho más factibles para el 1% más rico del mundo que el crear granjas sustentables el día de hoy y frenar el deterioro del planeta.
La vivienda accesible
Contemplar el derecho a la vivienda digna no exige sólo medidas de control de renta o políticas públicas para la creación de vivienda social. El derecho a la ciudad, la vida en comunidad y el cuidado de la naturaleza sobrepasan el concepto de terrenos escriturados.
Cuidar del espacio en que vivimos, de los comúnmente llamados “recursos naturales” y de los demás seres que lo habitan es todavía una opción a la que podríamos optar como sociedad. Reconocernos como parte del mundo y no como dueños de él.
Muchas maneras de matar
Hay muchas maneras de matar.
Pueden meterte un cuchillo en el vientre.
Quitarte el pan.
No curarte de una enfermedad.
Meterte en una mala vivienda.
Empujarte hasta el suicidio.
Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo.
Llevarte a la guerra, etc…
Sólo pocas de estas cosas están prohibidas en nuestro Estado.
Bertolt Brecht
por Shantal Abrego