Creo que para la mayoría de las personas aficionadas a la literatura es común pasar por un periodo en el que soñamos con crear nuestra propia editorial: crear un nombre, inventar un logo, decidir qué géneros se publicarán y cuál será el formato de la colección. Es un ejercicio de la imaginación muy entretenido en el que se pueden visualizar los libros que nos encantaría editar y, como cereza del pastel, está el escoger en qué librerías distribuiríamos nuestros materiales.
Sin embargo, hay un pero. En México las condiciones para que una empresa cultural de este tipo se mantenga a flote son, por decirlo de alguna manera, adversas: no hay políticas públicas que sean efectivas en la promoción de la lectura y los grandes monopolios editoriales tienden a controlar los canales de distribución. Es por esto que para mí el crear una
editorial es un sueño.
Por suerte, hay muchas soñadoras y soñadores en México. Aquí en Querétaro tenemos un caso ejemplar y admirable: la Editorial Palíndroma. Si no la han escuchado antes, les recomiendo que la sigan en instagram (@palindroma).
Editorial Palíndroma nació en 2020, es decir, en plena pandemia. Anaclara Muro y Hugo Cervantes, quienes egresaron de la Universidad Autónoma de Querétaro, son las personas que crearon este proyecto. A continuación les comparto lo que dice el inicio de su página web (https://palindroma.mx/):
“Palíndroma es un proyecto editorial independiente que tiene como objetivo articular un diálogo con las dinámicas sociales contemporáneas a través de narrativas y poéticas diversas. Creemos en el vínculo que existe entre textos y lectores en donde sucede un proceso de sensibilidad y comprensión. Para nosotres, los libros son un vehículo para compartir, un puente a través del cual las personas se aproximan.”
Me encanta esta cuestión de buscar que “las personas se aproximen”. Al final de cuentas eso es la lectura: un puente que nos permite acercarnos y escuchar a gente de diferentes regiones geográficas o de diferentes planos temporales. Abrir un libro es abrir una ventana que me permite curiosear sobre cómo piensan y cómo viven personas distintas a mí. Y Editorial Palíndroma ha construido increíbles puentes. Dos de los que más me gustan son Por qué volvías cada verano de la argentina Belén López Peiró y La máquina de Turing del neoleonés Jesús de la Garza.
El primer puente es una novela de no ficción que nos narra el abuso sexual que sufrió la autora por parte de un tío al cual visitaba cada verano en las vacaciones. Cuando ella decide denunciarlo toda una revolución ocurre en la familia, donde tristemente la protagonista no recibe el apoyo esperado y, aun con eso en contra, tiene el valor de continuar en la batalla legal por el reclamo de justicia.
El segundo puente es un poemario homenaje al matemático y héroe de guerra Alan Turing, quien fue condenado por su homosexualidad y obligado a someterse a un tratamiento hormonal. Muchos años después de fallecido, el gobierno inglés le levantó el castigo. Y en este libro Jesús de la Garza hace una vindicación muy especial al mostrar a Turing desde otro ángulo, ya sea leyendo su diario o descifrando sus mensajes en código.
También quiero aprovechar para mencionar que tengo la suerte de contar con una novela publicada en Editorial Palíndroma, así que podrán imaginarse mi emoción al ver mi libro acompañado de puentes tan maravillosos. Mi obra se llama Gala Tasaray y es un libro sobre
una venganza bibliotecaria, donde me doy la libertad de mezclar otros libros que juegan con la trama principal, como una historia oculta de los videojuegos o la historia del equipo de futbol turco Galatasaray.
Gracias al apoyo de Editorial Palíndroma he tenido la oportunidad de viajar a varias ciudades del país para presentar mi novela: Morelia, Xalapa, León, Celaya, Ciudad de México, Guadalajara y Guanajuato, por mencionar algunas. Y en estos viajes literarios he tenido la fortuna de conocer gente valiosa como Mara, la dueña de la librería El Traspatio (Morelia) o Cliss, dueño de la librería Nympha (Guanajuato), espacios que recomiendo ampliamente y que con su poder soñador mantienen viva la llama de la lectura en nuestro país.
Les invito a visitar librerías independientes en cualquier lugar al que vayan y a consumir editoriales independientes como Palíndroma. Espero que este breve texto les haya despertado la curiosidad por este proyecto editorial y que próximamente estén transitando uno de estos puentes, en los cuales después de cruzar no volveremos a ser la misma persona, por suerte.
Rubén Cantor Pérez – Coordinador de Gestión de Colecciones en la Dirección
General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información de la UAQ