En la naturaleza de todos los seres vivos está impreso el instinto de supervivencia, y es a través de los sentidos como podemos ir buscando lo que necesitamos y escapando de lo que nos amenaza; sin embargo, los seres humanos en ocasiones vamos perdiendo esa conexión con nuestros sentidos y le tomamos más valor a la conciencia, a diferencia de los animales, que se guían por instinto, es por eso que existe la teoría de que los animales han logrado salvar a su especie de los desastres naturales gracias a lo desarrollado de sus sentidos.
Existen muchos registros de cómo los animales han emigrado antes de que se presente un desastre natural, llámese terremoto, tsunami, etc. Un caso muy conocido es el del tsunami de 2004, en donde los elefantes de Sri Lanka comenzaron a subir a zonas más elevadas antes de que la ola gigante llegara a tierra.
De este acontecimiento se ha dicho que fue su sentido auditivo tan agudo el que los salvó de ser sorprendidos por este tsunami, y es que por mucho se ha hablado de que los elefantes pueden captar frecuencias tan bajas que los seres humanos no podemos escuchar.
Tal es el caso del sitio web WD, en donde se afirma que “los elefantes pueden captar ondas infrasónicas, una baja frecuencia que los humanos no podemos oír. También pueden oír con sus pies, usando terminaciones nerviosas que detectan las vibraciones del suelo”.
De igual forma, la doctora en Física, Mar Gómez, responsable del área de meteorología de eltiempo.es, asegura que
“(…) los elefantes pueden detectar sonidos de baja frecuencia que los oídos humanos no pueden percibir, lo que les permite saber cuándo se avecina una tormenta incluso a más de 200 kilómetros de distancia”.
En otro suceso parecido, durante 2011, las cámaras del Parque Nacional de Yanachaga en Perú pudieron captar el cambio de comportamiento tanto de los pájaros, como de los mamíferos que ahí habitan, antes de que se presentara el terremoto de magnitud 7.0.
Se dice que días antes, las cámaras trampa captaron cómo los animales comenzaron a abandonar la zona, y horas antes de que se sacudiera la tierra, los animales ya habían evacuado por completo el área.
En un artículo de la revista Mongabay, en el cual se habla del comportamiento de los animales antes del terremoto de 2011 en Perú, se dice que:
“los investigadores creen que los animales en Perú reaccionaron al mismo fenómeno sísmico al que reaccionaron los sapos en Italia en 2009: la ionización positiva de las moléculas de aire como resultado del desplazamiento de la corteza terrestre”.
Y es que en el año 2009 en la ciudad de L’Aquila, en Italia, los científicos se dieron a la tarea de estudiar y analizar el comportamiento de los sapos antes de que un terremoto sacudiera la ciudad. Estos animales comenzaron a abandonar su estanque, por lo que se dice que probablemente se deba al estrés que presentan las rocas bajo la superficie, a los cambios en la ionosfera y la liberación de gases antes de estos fenómenos.
Otro de los casos que asombraron a muchos fue el del comportamiento de las serpientes en Haicheng, China, antes de que ocurriera el terremoto de 1975, ya que desde un mes antes, los habitantes de aquella zona pudieron observar cómo estos reptiles comenzaron a abandonar sus madrigueras y buscar otro refugio.
Estos son solo algunos de los casos que se pueden tomar como punto de análisis para demostrar que los animales pueden predecir, a través de su comportamiento, el acercamiento de algún fenómeno natural que cause desastre o simplemente cambio climático.
Los comportamientos fuera de lo común en los animales no solo se dan antes de un gran desastre, estos cambios se pueden ver desde lo simple, es decir, las abejas pueden hacernos saber cuando la temporada de lluvias se acerca, ya que gracias a que captan el nivel de humedad en el ambiente, podemos observar que comienzan a retirarse antes de que el agua las sorprenda.
Las hormigas son otro ejemplo claro de que los sentidos tanto en animales como en insectos es mucho más agudo que el de los humanos, y puedes comprobarlo observando el comportamiento de las mismas en época de lluvia. Antes de que se presente una precipitación las hormigas comienzan a moverse con mayor rapidez, entran y salen del hormiguero como si se estuvieran volviendo locas, pero todo esto es para estar completamente prevenidas antes de que llegue el agua.
por Diana Cardona