Aunque el término se ha popularizado en el último año, el concepto de Metaverso no es del todo nuevo, el primero en nombrar a este universo paralelo fue el escritor Neal Stephenson, en su novela de 1992 ‘Snow Crash’.
Sin embargo, la idea de un mundo virtual ha estado rondando el imaginario de los humanos incluso desde muchos años antes, baste rememorar historias como la de Tron, película de 1982 en la que una persona entra al universo virtual de un videojuego.
Pese a que los coqueteos con una realidad alterna no son del todo novedosos, pareciera que aún existe una resistencia a lo que podría significar trasladar nuestra vida cotidiana a un entorno fuera de la realidad tangible.
O al menos así lo demuestra la respuesta que el mercado ha tenido con la empresa Facebook, luego de que su líder, Mark Zuckerberg anunciara en 2021 que dirigiría todos sus esfuerzos en consolidar un metaverso. Desde esa fecha, la empresa no ha dejado de presentar pérdidas económicas, sobre todo por el bajo entusiasmo que ha generado entre las personas una propuesta de esta naturaleza.
Este universo, en el que tentativamente las personas podremos realizar nuestras actividades cotidianas, como trabajar, tomar clases, reunirnos con amigos, etcétera, en un entorno virtual, no ha causado todo el entusiasmo que empresarios como Zuckerberg esperarían.
La idea, simplificada, sería que, mediante algún dispositivo de realidad virtual, las personas se unirían a un mundo intangible a través de un avatar y allí pasarían gran parte de su tiempo productivo y de ocio, sin embargo, actualmente, estos conceptos no están del todo interiorizados ni aceptados por la mayoría de las personas.
De acuerdo con una encuesta de la compañía Ipsos[1] en 29 países, de los conceptos “Realidad Virtual”, “Realidad Aumentada” y “Metaverso”, el último es con el que las personas están menos familiarizadas, y sólo el 50%, tiene una perspectiva muy o algo positiva sobre la posibilidad de involucrar este tipo de tecnología en su vida cotidiana.
Reveladores también son los número que muestran que algunos países de primer mundo no están del todo familiarizados con los conceptos antes mencionados. Como es el caso de Francia y Alemania, que aunque son considerados potencias mundiales, su población es de la menos familiarizada con estos tres conceptos.
Llama la atención que los países de Latinoamérica son de los que más están familiarizados, además de que tienen pensamientos más positivos sobre la posibilidad de involucrar o incluir este tipo de tecnología en su vida cotidiana. Por ejemplo, en México, el 65% de los encuestados tuvo una perspectiva positiva, números similares con Colombia (67%), Brasil (60%) y Argentina (58%), Perú es un caso destacado, pues el 74% dijo algo o muy positivo ante la posibilidad de involucrarse en la realidad extendida.
Por el contrario, países de primer mundo muestran un tendencia contraria: en Estados Unidos sólo el 42% tiene una perspectiva positiva; Canadá (30%), Francia (31%), Alemania (31%) y Gran Bretaña (26%) tampoco se muestran muy entusiastas. Un caso especial es Japón, que, pese a ser uno de los países más tecnológicos del mundo, sólo el 22% tienen una expectativa positiva sobre la inclusión de la realidad extendida en su vida cotidiana.
Las razones de esto no son del todo claras y se podrían aventurar algunas causas. Es probable que los países latinoamericanos, por sus condiciones de desarrollo, vean al avance tecnológico con añoranza. Mientras que las sociedades más avanzadas miren con recelo la posibilidad de que la tecnología se involucre en todas las áreas, incluso las más íntimas.
Y también puede ser que la tecnología inundando todas nuestras esferas no sea todo lo espectacular que se sugiere, o al menos eso hacen pensar los resultados de este estudio en Japón. Lo cierto es que, al menos por el momento, todo parece indicar que el éxito del Metaverso no sucederá.
Tal vez se tenga que esperar el paso de algunas generaciones para que haya menos reticencia a los postulados que establece implícitamente, pues se tendría que renunciar a la ya de por sí minada interacción social, cara a cara, que actualmente existe. Eso lo sabremos cuando el futuro nos alcance.
Por Raúl Mendoza
[1] Ver en: https://www.ipsos.com/sites/default/files/ct/news/documents/2022-05/Global%20Advisor%20-%20WEF%20-%20Metaverse%20-%20May%202022%20-%20Graphic%20Report_ES.pdf
