Los podcasts se han vuelto cada vez más populares en los últimos años, convirtiéndose así en una industria que podría pensarse como una evolución de la radio, pero con una lógica interna y una dinámica muy distinta a esta. Uno de los puntos clave de su éxito es el amplio arcoíris de temas que abordan estos espacios, cosa que no se encontraba antes en los programas de radio tradicionales, sin embargo, esta diversidad de contenidos no siempre es garantía de calidad.
¿El podcast es el futuro de la radio?
Con la digitalización de contenidos gracias a la llegada de Internet, algunas personas se llegaron a plantear la posibilidad de que desaparecieran los formatos multimedia tradicionales, por ejemplo, que los sitios web de noticias terminarían desapareciendo a los diarios, o que los sistemas de streaming terminarían por extinguir a la televisión tradicional. Nada de esto pasó, y lo mismo se puede esperar de los podcast.
Aunque en México y el mundo la tendencia de consumo de radio va a la baja, como lo señala Raúl Trejo Delarbre [i] su desaparición es un escenario muy lejano. La experiencia nos ha mostrado que esta diversidad de formatos tienden a coexistir y complementarse. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de TIC en Hogares (ENDUTIH), en México 41 millones de personas escuchaban la radio en 2020.
Mientras que, de acuerdo con datos de Statista, para 2022 se estimaron 34 millones de consumidores de podcasts, y se estima que para 2025 la cifra podría alcanzar los 50 millones. Algunos podrían explicar el auge del podcast por una cuestión generacional, pero esta afirmación debe ser tomada con pinzas, pues recordemos que han sido las generaciones más jóvenes las que han impulsado el regreso de tecnologías “arcaicas”, como ha sucedido con el consumo de vinilos.
Lo cierto es que podemos esperar que radio y podcasts convivan de manera simultánea, atendiendo a diferentes demandas de la audiencia, aunque claro, con tendencias opuestas, pues mientras uno irá a la alza, el otro lo hará a la baja, en los próximos años.
De Olallo Rubio a La Cotorrisa
No es de sorprenderse que la temática más popular dentro de los podcasts en México sea el humor, como lo señalan los datos de Statista, donde el 46% de la audiencia prefiere contenido de comedia. Le siguen también otras temáticas de entretenimiento, como la música (43%) o consejos y autoayuda (41%).
La tendencia no ha cambiado mucho con el correr de los años, aunque, con el riesgo de pasar como nostálgicos, tal vez la calidad sí ha disminuido. Lejano en el tiempo han quedado los años en que El Podcast de Olallo Rubio era el único producto reconocible allá en el año 2005. Era un producto realmente novedoso para las audiencias de esos años, y aunque tenía un toque humorístico, los temas que se abordaban también contaban con cierto grado de crítica social.
Esto último tal vez no se encuentra de forma tan común en los podcasts más populares en la actualidad, como por ejemplo, en La Cotorrisa, un podcast de comedia que se ubica en el top ten de los programas más escuchados en distintas plataformas de streaming, como Spotify o iTunes. Es un programa en el que se comparten anécdotas de los seguidores, con ácidos comentarios por parte de los dos conductores, un par de standuperos que se han hecho de una amplia base de fans en las distintas plataformas sociodigitales.
Otro ejemplo es Tres de Copas, un podcast de cinco mujeres en los que se abordan temas que interesan a las mujeres en la actualidad, y en el que las conductoras emiten sus juicios y comparten sus experiencias de vida.
El común denominador es falta de expertise, formación y preparación para abordar los temas que se tratan, y más que educar, ayudan a esparcir prejuicios, desinformación, e ideas erróneas sobre las diversas problemáticas de la sociedad actual.
Sin embargo, es ingenuo pensar que las plataformas mediáticas han tenido en algún punto el interés por educar: nunca ocurrió con la televisión, ni con las redes sociales, ni pasará con los podcasts. La realidad es que educarse no es la prioridad de las audiencias, al menos de manera general. Esta misma realidad es la que ha fomentado la proliferación de nuevos podcasts, muchos de ellos con cero seguidores.
La sencillez, un catalizador para la producción de podcasts
A la par de la explosión en el número consumidores de podcasts, en espejo, se ha dado un crecimiento exponencial en la oferta de estos espacios. Esto, en gran medida, gracias a lo sencillo que es producir un podcast. Técnicamente, una persona solo necesita un dispositivo para grabar audio o video, y un equipo para poder subirlo a las plataformas de distribución, como en Youtube, donde subir episodios es gratuito.
Pero esta misma explosión ha fomentado la falta de calidad en los contenidos, como lo han podido atestiguar las audiencias de las plataformas sociodigitales cuando, de vez en cuando, algún sinsentido de estos espacios se vuelve viral, y se presta para el escarnio público. Después, estos espacios regresan de nueva cuenta al olvido, subsistiendo en un mar de programas que no ofrecen un trabajo más elaborado a fin de atraer más audiencia.
Y, aunque el crecimiento en el consumo de podcasts sea la tendencia para los próximos años, nada evitará que la calidad del contenido vaya en detrimento, haciendo que el contenido basura domine la oferta, como ha sucedido de manera transversal, en otras plataformas, a lo largo de los años.
[i]Trejo Delarbre, Raúl. (2022). Entre la extinción y la reconversión: ¿por qué la radio se escucha cada vez menos?. Revista mexicana de ciencias políticas y sociales, 67(246), 97-119. Epub 08 de mayo de 2023.https://doi.org/10.22201/fcpys.2448492xe.2022.246.81809