Uno de los malestares que suele aquejar a la población en esta temporada es la depresión invernal, también conocida como trastorno afectivo estacional (TAE). Este tipo de depresión se relaciona con los cambios de estación y afecta a muchas personas, especialmente durante los meses de otoño e invierno, cuando los días se vuelven más cortos y oscuros.
Regularmente los síntomas del TAE suelen aparecer a finales de otoño o principios de invierno y desaparecen con la llegada de la primavera, por lo que hay que permanecer atentos ante los síntomas más comunes, entre los que se encuentran: el exceso de sueño, cambios en el apetito, aumento de peso, cansancio y cambios en el estado de ánimo. ¿Qué dice la ciencia de esto?
Este trastorno se ha asociado con la melatonina, una hormona relacionada con el sueño, misma que se produce en mayor proporción cuando los días son más cortos y oscuros, es por ello que algunos especialistas aseguran que la luz del día es vital para mantener nuestro buen ánimo ya que actúa como un antidepresivo natural y evita que la serotonina, un neurotransmisor clave en la regulación del estado de ánimo, sea eliminada del cerebro.
Derivado de esto, el portal de National Geographic en Español asegura que las personas que viven más lejos del ecuador tienen más probabilidades de desarrollar este trastorno.[1]
La luz solar es imprescindible para el cuerpo humano, ya que no solo es una fuente de calor, sino que además es una fuente de vitamina D, la cual es necesaria para mantener el buen metabolismo del cuerpo. “La Vitamina D, aunque llamada vitamina, es realmente una hormona. Esta hormona es producida por el cuerpo cuando la piel se expone a los rayos ultravioleta B (UVB) del sol”.[2]
Lo más importante de los efectos que la luz solar produce en nuestro cuerpo, es que abona a la producción de hormonas especialmente ligadas a la energía y un estado de ánimo saludable, como lo es la serotonina.
“La serotonina es un químico que nuestro cuerpo produce cuando estamos al sol. Este químico luego se convierte en melatonina, la cual se distribuye a todas las células del cuerpo durante el día. Esta melatonina diurna es crucial porque repara las mitocondrias, que son las pequeñas fábricas de energía dentro de nuestras células”.[3]
Por todo lo anterior es indispensable que nos mantengamos pendientes ante la presencia de síntomas que pudieran avisarnos que estamos pasando por una depresión invernal, o bien, que alguno de nuestros seres cercanos pudiera estar atravesando por algún episodio de depresión, y de esta manera buscar ayuda para superar la etapa.
Según el sitio web especializado en salud mental, National Institute of Mental Health, los síntomas de la depresión incluyen:
- Sentirse triste, ansioso o “vacío” de forma persistente, la mayor parte de del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.
- Sentirse desesperanzado o mostrarse pesimista.
- Tener sentimientos de irritabilidad, frustración o desasosiego.
- Sentirse culpable, inútil o impotente.
- Perder interés o no sentir placer en pasatiempos o actividades.
- Tener menos energía, sentir fatiga o que es más lento.
- Tener dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
- Mostrar cambios en el sueño, en el apetito o en el peso sin haberlo planificado.
- Padecer dolores o molestias físicas, como dolores de cabeza, calambres o problemas digestivos que no tienen una causa física clara ni desaparecen con tratamiento.
- Tener pensamientos sobre la muerte o el suicidio, o sobre intentos de suicidarse. [4]
De comenzar a percibir alguno de estos síntomas es necesario acudir a un especialista que realice un diagnóstico preciso y en caso de ser necesario pueda aprobar el uso de antidepresivos y psicoterapia.
Otro de los tratamientos que se recomiendan ante la presencia de este padecimiento es la fototerapia -también conocida como luminoterapia o terapia con luz- la cual es una herramienta terapéutica en la que se usan radiaciones electromagnéticas con el fin de imitar la luz del sol y obtener así algunos d ellos beneficios que esta ofrece.
El uso de la fototerapia ante la depresión invernal es recomendable iniciarla en otoño, antes de la aparición de los primeros síntomas, sin embargo, se recomienda tomar otras precauciones para evitar este padecimiento, tal como:
- Hacer ejercicio o actividades al aire libre
- Exponerse a la luz del sol siempre que sea posible
- Recibir sesiones psicológicas
- Mantener una alimentación rica en nutrientes
- Crear una rutina diaria que te permita mantenerte ocupado
Para concluir, es fundamental reconocer los síntomas del TAE y conocer las herramientas para atenderlo en caso de que se presente, evitando así que pueda afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. Recordemos que la salud mental es tan importante como la salud física, y cuidar de ambos aspectos nos permitirá disfrutar de una vida más equilibrada y plena.
Diana Cardona
[1]¿Qué es la depresión invernal? – National Geographic en Español
[2] La Luz del Sol y sus Efectos en el Cuerpo Humano – Mitocondriaco
[3] La Luz del Sol y sus Efectos en el Cuerpo Humano – Mitocondriaco
[4] Trastorno afectivo estacional – National Institute of Mental Health (NIMH)
